Et incipiunt a venatus. (Mors ID)

-En su descripción "Humana" o la faceta que siempre suele utilizar cuando visita a los humanos, es la de un joven skate o algo así escucho a unos de los jóvenes que criticaba su estilo, franelas rotas y pantalones rasgados, unos tennis sucios y cabello recogido en una especie de coleta mientras que su cuerpo delicado y poco trabajo da un aspecto de chico de una clase baja o quizá media. Con un corte de cabello rapado y teñido de blanco dejando sus raíces negras mientras que sus ojos celestes, brillantes como la luz de la luna y su resplandor, labios suaves y delgados junto a un todo de voz áspero y poco ronco que logra escurrirse como susurro por mas bajo que los pronuncie. Su forma de dios es mucho mas juvenil que la anterior, suele ir en pijamas a donde se le antoje y en muchos casos en calzones ya que no le importa que digan sus subordinados...(De todos modos si dijeran algo les lanzaría al río). Pocas veces da a relucir un cuerpo mucho mas maduro y fuerte, dándolo a relucir solo cuando se encuentra debilitado o necesita de la manipulación para llevar algún acto a cabo, sus vestimentas mas comunes suelen ser unos jeans bastante gastados, franelas rotas o chalecos, junto a unas sandalias playeras y cabello recogido.

Mors es un ser completamente distante a los demás, le gusta ser bueno en lo que puede y benevolente a los suyos, le gusta proteger y recibir en sus aposentos solo a aquellos que el denomine como dignos para acompañarle y ser los mas cercanos a el. Selectivo en cuanto a sus amistades y compañeros, no es alguien que reparta su confianza a cualquiera así este viva consigo en las tierras de Taraji; es un egoísta en cuando a temas de sentimientos y amor, ya que como nunca ha sentido eso por los demás solo los usara como juguete y para satisfacer sus actos sexuales, suele ser infantil y monótono solo cuando capta tu atención y ve el momento preciso para ser coqueto y burlón, le gusta que le toquen y besen pero nunca que se fundan en su lecho carnal a menos que el no lo desee. La lujuria nunca fue su tema mas llamativo, Mors si ve el momento para jugar y divertirse lo hará sin importar con quien sea, bien sea siendo el activo o el que recibe, su cuerpo esta frió y muerto de todos modos y podrá volver a purificarlo cuando lo desee solo para se sienta como "La primera vez". Llegando a obligar, o pedir en muchos casos a los suyos que atiendan de sus necesidades bien sea por aburrimiento o verdaderas ganas de tener un encuentro carnal, en aspectos generales con las demás de las razas se muestra como alguien de pocas palabras, prefiere hablar solo a señas o movimientos flojos en cualquiera de sus extremidades a menos que sean conocidos de el o almas que ya ha salvado con frecuencia de los muertos. Cuando el Dios se molesta o algo invade sus territorios sin que alguno de sus hermanos se lo hayan permitido es alguien completamente violento y gruñón, este no tardara en partirlo los huesos o simplemente lanzadlo a su mar de los muertos o el "Pozo mágico" como el prefiere decirle para que sea devorado por las almas que vagan sin lugar alguno allí.

Es fácil decir que nací solo para servir y mandar a los demás, lo último que recuerdo es mi cuerpo caer en las tierras de Taraji y ver a dos hombres denominados como los dioses de las tierras infernales y el otro de las sagradas, mientras me adaptaba y convenía de que nada podría ser peor allí estaba burlándome de la raza humana, de sus costumbres y como es que nos habían puestos sobrenombres a todos..."La muerte" parecía ser un saco de huesos, con un arma filosa en sus manos y claro, no podía faltar la bata que cubriera su cuerpo. Mors conoce todos los secretos del ocultismo que su alma conlleva, el odio, el amor, la fe, no tiene sentido de la justicia en ninguno de sus actos aunque claro...Me denominaran como un ser sin sentido, algo que solo nació por las oraciones de dos hombres. ¿Pero por que no decimos como me encuentro ahora? Se solía decir que nosotros los dioses no podíamos visitar la tierra, pero todos temen a la muerte...Todos se preguntan a que hora, en que noche o día yo apareceré a su lado para llevarlos, mi vida es monótona y sin sentido alguno, solo vivo con perdonas que pretenden ser mis ciervos cuando realmente no sirven para su trabajo.Un día, cuando miraba una de sus tierras mas protegidas (Grecia) jugaba con los destinos y tiempos ya vencidos escucho un llanto en uno de los templos que solía frecuentar, extrañado se acerco en silencio detrás de las hermosas y magnas estatuas consagradas a los dioses que adoraba tanto hasta lograr interesarse en ellos como para que sus edificaciones de sus aposentos fueran intactas a un templo. Cuando se fijo en el cuerpo envuelto en una cesta de mimbre fue cuando noto a un bebe, lleno de marcas sobre un gran carro que destellaba cual rayos de sol <> El Dios no lo comprendió a los comienzos, tan solo se movía de lado a lado inquieto, incomodo y sin querer decirle nada a sus hermanos, lo llevo a sus aposentos y cuando estuvo en la edad lo dejo ejercitarse como eran sus costumbres, repartiendo le todas las armas típicas hasta la caída de Grecia y el surgimiento de Roma. El dios tuvo que optar ya con un joven adulto de ir a pedirle a Adonai que le aceptara como el capitán de los Serafines ya que el aura pura y brillante que destilaba no era digna de un Rajani, ni un brujo y mucho menos un Zoomorfo, brindándole la protección  que tan solo un dios puede dar al menor. Luego de la caída de Roma y a todos sus preciados soldados y hombres caer, tardo años, siglos realmente para recuperarse y poder fijarse en una de las épocas que mas marcaría su vida como dios, "El renacimiento Italiano" junto a el "Feudalismo" en Japón, dando su apoyo tanto como mágico, como mental disgustándose poco a poco de los humanos al ver como olvidaban a los dioses antiguos y se convencían que el "Cristianismo" era la creencia total de la humanidad. Perdiendo toda posible confianza en hombres y seres de otra raza. Su vida en el presente se ha caracterizado por ser más que todo floja y sin sentido, el Dios solamente hace lo que le place y no sigue las ordenes de sus hermanos a menos que se sienta en la capacidad y emoción para llevarlo a cabo, le gusta mas que todo estar en sus aposentos y jugar con reliquias de otro mundo mientras se queda feliz en su vida llena de dulces y destrucción, los humanos para su persona no son mas que una molestia, sobretodo en esta generación que se vive. Desea solo acabarlos y llevarlos lo mas pronto posible a los infiernos o bien sea al cielo, cuando no ocurría lo mismo en sus épocas mas preciadas, el dios solía acercarse con mayor fervor a los luchadores y hombres que de verdad valían la pena solo para darles ánimos cuando ya no quedaba ningún hálito vital. Su comportamiento indiferente hacia los humanos se vio incremento la mayor parte del tiempo por sus formas de pensar hacia los dioses, sus idealizaciones y síntomas de superioridad, creando a un Dios de la muerte mucho mas terco y molesto de lo normal.