Veram Gysse'atear (ID)

En su forma humana, Veram suele vestir de manera holgada y cómoda, con camisas de mangas largas y de color blanco junto con unos pantalones oscuros de color café principalmente, cosa que no difiere mucho con su apariencia de brujo. Su rostro casi siempre se muestra serio y con una mirada un tanto dura pero astuta, teniendo un brillo rojizo-amarillo muy peculiar cuando se encuentra con su apariencia de brujo, clara muestra de la ira que tiene en su interior pero bien disimulada, proveniente de su pasado humano. Posee unos labios un tanto gruesos que en la mayoría de las ocasiones se encuentran en la misma posición rígida y recta. Su cabello es negro con un corte en capas, desordenado, pero lo que más sobresale de su físico es la cicatriz que le cruza el rostro de lado inferior izquierdo, pasando en diagonal hasta su ojo derecho.
Su cuerpo si bien no es tan marcado, tiene músculos que van muy bien con la piel apiñonada que posee y si se le llega a ver sin ropa tanto superior o inferior, se logran ver las diversas y numerosas cicatrices que posee debido a sus diversos experimentos, unos no tan exitosos como otros.

Veram es alguien un tanto serio, pero curiosamente tiene un caminar y una presencia un tanto inquietante y misteriosa, incluso sensual cuando quiere o esta de humor (o quiere tener alguien para experimentar), bastante listo en lo que hace (aunque sea a su manera), pero procura no hablar de eso, ya que aun así considera que pocos entenderán el verdadero valor de la información detrás de sus palabras, así que prefiere no agotarse en ello. Es un tanto orgulloso de lo que sabe y de lo que fue, aunque casi no alardea de eso.
Le encanta escuchar sobre la historia de los demás, rozando incluso en el grado de entrometido, pero eso también es otro de sus experimentos para “saber la reacción psicológica del sujeto ante una presión externa y a veces incómoda hacia su persona”, también tiene sus propios métodos para conseguir cosas (o información), todo a base de experimentos tanto en su propio ser como en los ajenos, y todos son diferentes y parecieran a veces sin sentido alguno, muy cambiantes, con un comportamiento un tanto impredecible, se le ve casi siempre serio y observando, no es muy amigo de la luz ya que le es molesta, incluso cuando era humano no la soportaba mucho, se ponía de mal humor y un tanto agresivo ya que era susceptible a padecer migraña, consecuencia de las sustancias que llegaba a utilizar para los experimentos.
Hay veces en las que era considerado no tan listo ya que con tal de conseguir un resultado favorable pone en riesgo su integridad pero disfruta de aquello, aunque para él, el estar sano y/o completo, y no tener resultados, no es funcional, no tiene sentido; posee una manera peculiar de pensar, también un tanto cambiante y todo depende del humor en el que se encuentre, en un día podría buscar un “intercambio equivalente de información” y otro día podría buscar todo tipo de información sin que él tenga que dar algo, con un método descarado y desconsiderado, lo que le ha regalado varias cicatrices como consecuencias de aquello.

Nació en un lugar en Francia, en el siglo XVII, en una familia de buenos recursos económicos y acomodada socialmente hablando, lo que le facilitó el que estudiará medicina, los inicios de la psiquiatría para ser exactos, siendo un prodigio en ello, pero todo prodigio tiene sus defectos, y el de él es el de querer saber aún más sobre diversas reacciones, siendo los comportamientos humanos su punto débil, fue de los primeros en explorar el cerebro, con experimentos inhumanos para cualquier ser pensante y cuerdo, lo que lo llevo a Taraji principalmente, pero no todo era malo, ya que esos inhumanos experimentos dieron pie a respuestas de enfermedades de las que se creían no tendrían cura alguna, un gran avance en ese aspecto… Pero eso no quita que amará experimentar para su propio conocimiento.
Pero un día, su “fama” como genio curandero, lo llevo a la perdición estando él en España (por motivos de estudio), cuando el padre de un joven que sufrió de la amputación de uno de sus miembros llegó hasta dónde él vivía, suplicando de su ayuda para que lo curara, en lo que atendía al joven se dio cuenta que éste sufría de una enfermedad mental, como es llamada entre los humanos en la actualidad, así que después de haberlo curado, le propuso al padre del chico  cuidarlo y atenderlo él mismo sin costo extra alguno, pero en uno de esos experimentos no resultó como siempre, envenenando al pequeño provocando que éste se enfureciera por el dolor, teniendo un ataque de ira, ese chico enloqueció aún más y lo atacó, haciéndole la herida que cruza su rostro, después  de eso el joven chiquillo falleció, pero Veram se había “encariñado” con aquel pequeño experimento y su muerte le había afectado más de la cuenta, volviéndose como un cascarón vació y más cruel de lo que había sido, dedicándose a engañar a todo tipo de persona y hacer en él diferentes procedimientos para la experimentación, hasta que un día, los habitantes de los pueblos de alrededor se hartaron de aquello e, incitados por el padre del joven que ya había fallecido,  fueron directamente a la casa donde aquél “curandero” vivía, decapitándolo después de haberlo torturado y golpeando hasta dejarlo casi irreconocible, fue ahí donde sus memorias recobraron estando ya en Taraji, no le molestaba el lugar en el que se encontraba, de hecho le había parecido bastante peculiar, se dedicó a caminar, observando atento y curioso todo a su alrededor, volviendo a la tierra para seguir con aquellos experimentos aun cuando no recordaba todo, pero está dispuesto a servir a su señor Mors cuando él lo ordene, claro, sin dejar atrás aquellas “mañas” por experimentar con aquellos que han sido objeto de su atención desde siempre.