Elyrion's ID

Lo primero que pensarías al ver a éste joven sería “¿Qué hace una mujer en la tierra?! ¡¿No se supone que toda seguidora debía permanecer en sus aposentos?”. Esto se debe gracias a que Throlis es un zoomorfo de unicornio, lo cual le convierte automáticamente en andrógino. Puede ser que un Zoomorfo-Unicornio no suene tan mal, tiene sus pros y contras, sin embargo, la única desventaja que realmente le ha afectado en su vida cotidiana es el hecho de que su naturaleza salvaje ha afectado demasiado su figura masculina.

Elyrion como ser humano tiene figura esbelta. Es poseedor de una nívea piel gracias a su especie. Si se es muy atento, se puede notar (a la luz de la luna) una fina capa de centelleos, como una especie de halo rodeando tan bella y selecta figura. Las facciones de su rostro son delicadas, por ejemplo: el color de sus ojos es azul-violeta, una tonalidad peculiar, pero no por eso menos encantadora. Lo mismo sucede con sus orejas, las cuales parecen salir de un cuento mitológico; éstas tienen lo que parecería ser un diseño propio, terminan en dos puntas y gusta de perforarlas para colocarse distintos tipos de adornos, aquello que los humanos llaman “piercings”, y aunque determinadas personas le suelen mencionar el hecho de que eso “solo aumenta su feminidad”, prefiere ignorar tales comentarios, ya que nada ni nadie le quitará todos esos suaves rasgos de los que sólo un andrógino sería dueño. Otro punto importante a destacar del Zoomorfo es su cabellera, ya que ésta le llega al nivel de su espalda baja, siendo lacia y plateada, un color muy peculiar entre los humanos, quienes lo confunden con el albinismo a pesar de que sus tonalidades no lleguen a esos extremos.

Cabe mencionar la carencia de cicatrices en toda su piel, es algo que ni siquiera el comprende ¿Cómo es que teniendo tan delicada piel, su cuerpo no haya sido víctima de marcas? Nunca se preocupó por el tema, pero disfruta ampliamente de ese rasgo.

De la misma manera, dependiendo del lugar en donde se encuentre variará sus galas, todo de acuerdo a la ocasión, mas prefiere la comodidad de su desnuda piel contra el cálido pasto o unas suaves sábanas…

En el otro extremo tenemos su figura salvaje, que está muy lejos de ser calificada de tal manera. Los unicornios son animales mágicos que se pueden distinguir de los caballos por un simple miembro, su cuerno. Conserva el aspecto de un joven caballo blanco desde hace décadas, teniendo el mismo tono de ojos que posee en su figura humana.

Elyrion es alguien con un carácter algo difícil… No es malhumorado o algo por el estilo, es sólo que… Ni el mismo se entiende. Cumple con las típicas características de unicornio de alguna u otra manera, es noble, generoso y hasta casto… Pero… Suele ser callado y tímido, al no estar en tanto contacto con otros entes, prácticamente ha perdido aquella capacidad para socializar como un individuo normal lo haría. No es que sea un amargado, pero por naturaleza es alguien solitario que prefiere permanecer de esa manera. Uno de sus principales problemas al momento de relacionarse es que suele ponerse nervioso, pero al no querer externar sus sentimientos por temor a incomodar al otro ser, opta por mantenerse algo serio y/o indiferente, lo que le ha hecho verse un poco grosero. Muchas de sus reacciones o respuestas podrían ser o sonar bruscas, cuando en realidad Throlis no tiene mayor placer que ofrecer su ayuda a quienes lo necesitan, no le importa la raza o pasado… Si alguien necesita ayuda, y él es capaz de ofrecerla, hará todo lo posible por ser de utilidad.

No solo ama ayudar a los demás, de igual manera es un amante de la naturaleza de forma innata. Adora estar en comunión con ella, haciendo que la meditación sea uno de sus pasatiempos favoritos. Sin duda alguna, admirar la sutil y frondosa belleza de los silvestres verdes de la que bosques y prados gozan día y noche es una de sus predilecciones.

Aun cuando es alguien amable, puede llegar a enojarse y dejar a lado toda descripción positiva. Ciertamente es difícil hacerlo enojar, pero una vez que lo hacen no mide las consecuencias de sus actos, sin importar quién es el que salga herido, si su atacante o el mismo. Simplemente se pierde en el sentimiento de la ira, es incapaz de soportarlo por tanto tiempo, pero para su buena suerte, ni el mismo recuerda una ocasión en la que se haya enojado de verdad para llegar a tales niveles. Desea mantenerse fuera de todo malentendido y dilema, limitándose a servir a su dios.

Throlis nació en España durante el siglo XVII como un bastardo, siendo perteneciente a la monarquía. Su padre contrajo matrimonio con una doncella de  la familia real, mas ésta moza era incapaz de regalarle a su esposo un heredero por problemas de infertilidad, y el monarca, quien necesitaba a su sucesor, se vio en la necesidad de buscar un vientre disponible, así que recurrió con su verdadero amor. Cabe destacar que la doncella sufría de enfermedades mentales, que en ese tiempo carecían de un nombre especifico, más se cree que era esquizofrenia y bipolaridad.

El “engaño” de su marido provocó que la enfermedad empeorara, mas esta información era escondida al pueblo ¿Qué iban a decir los demás si se enteraban que la esposa de una persona tan influyente estaba “endemoniada”? Mínimo así era como lo veían en ese entonces, por lo que prosiguieron a esconderla del mundo exterior, dejándola a cargo de aquel crío que ni siquiera era suyo. Se dejó llevar por la depresión ¿De qué servía casarse si no era lo suficientemente competente como para darle un hijo al monarca? ¿Tan siquiera había sido prudente contraer matrimonio con su persona? ¿Acaso se estaba arrepintiendo? Una vez metida en la fosa no encontró manera de salir de ella, así que, frustrada y haciéndole caso a las voces que le atormentaba, la doncella descargaba su furia en el joven heredero, quien con tan sólo 2 años sufría de maltrato físico y psicológico por parte de su madrastra. Realmente jamás le prestó atención y nunca se encargó de él, y el padre dejó los cuidados del niño a cargo de las mucamas, pero esto no fue suficiente para detener a su madrastra. La señora continuó aprovechándose del niño, y el pobre no recibía ayuda alguna; los criados no se atrevían a enfrentarse a una “endemoniada” y su padre casi nunca estaba… ¿A caso había alguien que fuera capaz de apoyarlo?

Los abusos, maltratos, la falta de atención, entre otras cosas, lo llevó a sufrir de un trastorno mental, que en la actualidad es conocido como “Trastorno de identidad disociativo”, en la cual el afectado, por ciertas razones se desdobla en dos o más identidades. El caso del niño no llegó a ser grave hasta los 4 años, edad en la que su alter se revelaba contra su madrastra, y en una ocasión llegó a apuñalar un arma en su contra, mas su intento fue vano. La esposa de su padre no soportó más el comportamiento de aquel chiquillo, y su reacción a esto fue… Ligeramente descabellada.

Por alguna u otra razón, la joven tenía contacto con sectas satánicas, o cuando menos sabía de éstas, al parecer su familia estaba estrechamente relacionada con ellas. Aquellas sectas le guiaron se enteraron de su situación y guiaron a “un mejor camino”, diciéndoles que el Ángel Caído sería la solución a sus problemas, pero debía dar a Elyrion como sacrificio.

Decidida a ganarse el amor de su esposo prosiguió al ritual, claramente todo lo realizado fue en contra de Throlis, haciendo que sus traumas se incrementaran. Durante aquel rito el chico perdió su pierna izquierda, más el padre llegó con soldados y armamento a atacar; desesperado el padre corrió hacia un genio curandero suplicando por ayuda, quien no se pudo negar por dos razones, la primera era porque se trataba del heredero, la segunda porque se interesó plenamente en el chico. Éste prodigio hizo todo lo posible para reponer el miembro faltante, pero durante el ritual había sido expuesto ante peligrosos líquidos como el ácido clorhídrico, sin mencionar la suciedad con la que fue tratada, así que fue imposible ayudarlo en ese aspecto. Cortó la zona infectada y al ver la desilusión del monarca ofreció sus servicios para ayudar al joven en el ámbito psicológico, con solo ver el comportamiento del chico dedujo sus problemas, aunado a que el suceso reciente lo traumaría de por vida. Usó de pretexto el hecho de que al haber estado en un contacto muy cercano con lo diabólico su hijo había sido poseído, creencia muy famosa en la época (aunque el joven no fanatizaba tales cosas).

Se podría decir que obtuvo la custodia del heredero, por lo que aprovechó para hacerlo su rata de laboratorios. El Host del chico era lo suficientemente inocente como para no darse cuenta de la realidad de las cosas, se limitaba a estar en una esquina y actuar como un cobayo asustado, alterándose con cada ruido que escuchaba. Tomó tiempo el que se acostumbrara al “amable” trato otorgado, pero sus Alters estaban conscientes de las intenciones ajenas, estaban conscientes de que no eran más que simples sujetos de prueba, de que se aprovechaba de su debilidad… De que aquel médico era un maldito interesado…

Pasaron aproximadamente 10 años viviendo juntos, con el paso del tiempo el chico fue encariñándose a pesar de todo (aparte de que el Host no sabía). Para el médico fue muy complejo hacerse cargo de un enfermo mental, pero de igual manera se encariñó con el pequeño, estando durante varios años a cargo de su cuidado. El monarca, aquel que había “amado” tanto a su hijo, había decidido tener otro hijo con una doncella de orígenes desconocidos, olvidando (o mejor dicho dejando) a su primogénito con el verdadero loco…

Cierto día el chico que habrá tenido ya 17 años para el momento, sintió un agudo dolor de estómago, y cada que sentía que era dañado se ponía violento, ese día no fue la excepción. El ambicioso curandero intentó usar una medicina casera que rozaba con lo mortal, era un experimento más… Si todos sus experimentos habían funcionado… ¿Por qué ese no?... Lastimosamente, su idea fue errónea…

Throlis ingirió aquel veneno que trataba de ser medicina, pero la reacción fue inesperada… Aquello que había metido a su cuerpo resultó hacerle más daño de lo esperado, provocando un intenso dolor y ardor, apenas llegó al esófago y el chico tuvo un ataque de ira por los dolorosos recuerdos de su subconsciente respecto “aquel” día… Tomó el primer cuchillo que vio, deseando desahogar su dolor en algo o alguien, lastimó a aquello que consideraba tan importante, el médico maniático… Todo esto sucedió siendo el alter, no el host… Pocos segundos antes de caer muerto, las lágrimas resbalaron por aquellas pálidas mejillas, tanto de dolor como de culpa… ¿Por qué el mayor tenía todo su rostro lastimado?... ¿Por qué él tenía un cuchillo de la mano?...

Fueron dudas que jamás tuvieron respuesta, no recordó… Involuntariamente, cayó muerto en el suelo…

Y ese mismo día, fue cuando cuerpo y alma ascendieron… ¿O debería decir descendieron? Al mundo de los muertos, a lo que se le conoce como Taraji. No comprendió que hacía en ese lugar… ¿Dónde estaba? ¿Había muerto?... No tardó en obtener las respuestas, más si tardó en procesar toda la información… Un lugar sombrío y triste ¿Qué había hecho en su vida pasado para terminar así? Y… ¿Qué había de sus recuerdos? ¿De su pasado? Todas esas dudas lo hicieron ir a aquello que llamaban tierra, y cautivado por la fauna y flora de los bosques, decidió por habitar tan maravilloso lugar…

Hasta el momento ningún recuerdo ha llegado, sólo sabe lo necesario de su persona: Nombre, raza y misión en ese mundo. Recolectar la información necesaria con la ayuda de sus encantos.