Ficha de Zebb (Id)

Posee piernas y brazos largos por lo que llega a medir aproximadamente unos 1.93cm de altura, tiene hombros anchos y una figura bien formada, mostrando esplendidos músculos y abdominales que se marcan a simple vista a través de su ropa, su rostro es hermoso, labios sexys y provocativos dejando visibles sus largos colmillos, sus orejas son puntiagudas, cabello largo y de color negro como la noche, sus ojos de color negro muestran una mirada fría y profunda y su piel tan suave como la seda con un lindo color marfil pálido… Viste con atuendos oscuros, pantalón, botas de cuero negro y fino con su cinturón por encima de la cintura y una especie de traje con una armadura encima de ella que cubría desde su pecho, hombros hasta sus brazos, unos guantes oscuros y una capa con un fino plumaje resistente al fuego, la luz y el frio ("la capa" son en verdad sus alas, las cual muestra en momentos especiales o cuando de verdad necesita usarlas, de resto son solo uno más de sus atuendos).

Zebb tiene una presencia fuerte y llamativa por su fornido cuerpo y la forma en la que viste pero su personalidad es todo lo contrario, es frío y solitario, odia estar rodeado de personas o cualquier otro ser que no sea su fiel sombra Mistic, sus sentidos siempre están alerta ante cualquier peligro, afrontándolos de lo más calmado y en el menor tiempo posible. Es calculador y no hace algún movimiento hasta no estar seguro, no se mezcla en asuntos problemáticos e innecesarios sino es para su provecho. Responsable; le gusta hacer las cosas con calma y bien hechas. Directo; odia las mentiras por lo que siempre habla con la verdad y firmeza sin importarle que sus acciones causen caos y destrucción. No le importa la vida de nadie excepto la de él y su fiel sirviente Mistic… En plena luz del día se vuelve algo vulnerable e irritado ya que odia la luz, suele desaparecer para no mostrar ese lado suyo tan agobiante y enojado, mientras que en las noches es sereno, calmado disfrutando cada hora de la oscuridad de la noche y contemplando el único brillo que le interesa y ese es el esplendor de la luna de la tierra.

Su historia comienza en un pequeño campo al este de Japón alrededor del siglo XII de la etapa medieval shûsei en el periodo de Kamakura en el año 1185. Zebb nacido de padres campesinos siguió sus pasos convirtiéndose este en campesino, ganándose la vida con la agricultura. Con la era de una nueva guerra civil Zebb y todos los hombres jóvenes fueron obligados a participar por orden del nuevo Shogun Minamoto como miembros de su ejército, recibió un entrenamiento severo fortaleciendo su cuerpo y sus destrezas a la hora de un batalla y enseñándoles a usar las espadas y los arcos como modo de defensa hacía él y hacía el shogun. Con el pasar de los años Zebb vivió en carne propia la guerra feudal de esa época y como arrancaba vida con sus propias manos y experimento la muerte de muchos de sus compañeros en el campo de batalla, cosa que hizo que su corazón se volviera frio y su cuerpo fuera usado como herramienta de guerra hacia el gobierno de Minamoto convirtiéndose después en un despiadado general en control de las tropas de la tercera división del ejército más poderoso que tenía el shogun. Tras el gobierno militar en el este de Kamakura, Zebb y sus tropas comenzaron una guerra con las personas que se oponían al mandato de su nuevo gobernante éste sufrió un severo golpe por culpa del ejercito enemigo dejándolo al borde de la muerte… Al creer muerto a su general y con la victoria asegurada fue abandonado por sus hombres en medio de la batalla rodeado de todos los cadáveres que la nefasta guerra había dejado, Zebb agonizando por sus graves heridas recordó del pueblo pequeño donde venía el cual no estaba muy lejos de donde se ejecutó al parecer su última pelea, recordando a sus padres a sus dos hermanas menores que lloraban cuando este fue obligado a dejar su hogar y con su último suspiro de vida dio fin a su vida humana.

Para su desgracia y conforme a los fuertes pecados que había cometido en la Tierra su alma fue llevada a un lugar vacío y rodeado de la eterna oscuridad, condenado a vagar eternamente. Sin ninguno de sus recuerdos de su antigua vida, no tenía un objetivo fijo del cual poder sostenerse, solo le quedaba divagar sin rumbo por las tinieblas, el reino  “Taraji” como otras almas que ahí se encontraban lo llamaban y que era gobernado por su Dios “Mors” esperando eternamente a que alguien lo necesitase…Hasta la actualidad no sabía cuánto tiempo había transcurrido desde su llegada al lugar, lo único que hizo fue “adaptarse” consiguiendo habilidades para sobrevivir y defenderse en ese lugar, lo cual hizo que su apariencia cambiara a la de un demonio oscuro y sin alma. Zebb pensó que así sería su vida eternamente controlar a las pequeñas almas que llegaban al lugar y protegerse de otras, su vaivén de siempre… Un día por órdenes del Dios Mors fue enviado a la Tierra a vigilar a los seres humanos y notificarle los movimientos que estos hacían en la Tierra, sin nada más que hacer acepto las órdenes de su Dios y se dirigió a ese lugar a cumplir su misión impuesta. Al principio le fue difícil adaptarse ya que la Tierra tenía un “día” lo cual no iba con él que era un ser de oscuridad, pero también descubrió que había una “noche” la cual podía salir libremente a cumplir las órdenes que le dieron de vigilar a los mortales humanos, poco a poco fue adaptándose al lugar pero también con una incógnita que tenía muy dentro de él, un vacío que sintió al llegar a la Tierra, no sabía que era y esperaba que por pequeño que fuera el momento conseguir esa inquietud en su alma.